Empezamos los días antes: que llueva que llueva, le escribo yo a Paloma, con lo de la buena cara. Me dicen mis alumnos que el fin de semana nieva. Tras tres días de dolor de garganta y cinco horas de clase, mi voz y la de Darth Vader se parecen bastante, sólo que la mía casi no se oye.
Ya en mi coche hacia Bonifacio, a buscar a mis amigas -y su ligue-, mudita pero contenta. Suena el móvil. Tania no me reconoce, obviamente. A pesar de todo, me dice que se quedan en Cerdeña. Que el ferry con tanto viento pasa, mejor dicho no pasa, pasa de pasar. Vuelva usted mañana, que ya veremos lo que hacemos... Y a partir de ahí, coser y cantar... Menos mal que una sopita corsa, una torre azulada, un caillou rojo, un poco de mediterráneo y mucha buena cara resisten heróicamente al invasor... Ni lluvia, ni nieve, ni más viento y menos ferries, ni dormir una noche en un aeropuerto, ni perder la guía de la biblioteca, o las fotos... ¡Mis heroínas no se achantan con nada! Aun así se fueron con buena cara de mi isla maltratadora, eso sí, menos mal que estábamos en el aeropuerto para rescatar los piedruscos terroristas que no os dejaron meter al avión, ¡que si no qué desastre!
Para muestra un botón:

Refugiándonos de la lluvia en una iglesia abandonada del Cap.

Tirando el pan por la ventanilla del coche, pa chula Ana.

Paloma y Pablito, de charla. En mi casa hay espacio para todo.

Hasta para dormir. Detrás de la cámara quedábamos dos.
Alguien va a acabar por concluir que en mi casa no somos hospitalarios...

Cada loco...
Y al final, así me han dejado, triste, sola y con una tos herencia de la voz darthvedariana... Lo peor es que ya estoy acostumbrada a que no estéis, pero no a que os vayáis, y cuando venís me doy cuenta de lo bonito que sería que estuvierais... si hasta con este mal tiempo hemos tenido buena cara... =(
Me ha encantado enseñaros un poquito de mi isla, aunque ella os haya maltratado tanto y aunque ahora os eche más de menos...
Muchas gracias por la visita, intrépidas viajeras!
Y ahora... siempre me quedara el blog!
Así que hasta prontito... besos!